giovedì 11 giugno 2015

Un mundo menos peor (Tutto il bene del mondo) – Alejandro Agresti

potrà sembrare un film noioso, a sentire i pochi che parlano di questo film.
Alejandro Agresti non fa film spensierati, qui si parla della memoria, della dittatura argentina, di rimozione, di paura, di amicizia, di amore.
un film lento, senza fretta, non adatto a chi va a 100 all'ora.
un paesetto lontano da tutto, dove tutti si parlano avrebbe tanto da insegnare a tutti, e Manuel, che all'inizio sembra uno scemo, è davvero un altro dei bei personaggi del film.
a me è piaciuto, ancora di più dopo aver letto questo articolo, un film che i non argentini potrebbero trascurare, se vogliono sbagliare - Ismaele





QUI il film completo in spagnolo



Chi aveva già avuto modo di apprezzare Valentìn (2002, premiato dall’associazione dei critici argentini), sa con quanta tenerezza e malinconia il regista Alejandro Agresti sappia narrare le vicende legate alla sua martoriata terra natale. L’Argentina, con il suo recente passato politico e economico a dir poco tragico, viene narrato dal regista attraverso la forza dei sentimenti dei suoi personaggi.
Un mundo menos peor racconta una storia dolorosa: Isabel scopre che suo marito Cholo, creduto morto vent’anni addietro, è vivo e abita in un piccolo villaggio nel sud dell’Argentina. Intraprende quindi un viaggio con le due figlie: la piccola, frutto di un’altra unione, e la più grande, che è nata proprio da quel matrimonio ma non ha mai conosciuto suo padre . Il rapporto tra le due donne è talvolta teso e difficile, ma anche sorretto da complicità nella ricerca di una grande speranza comune…

En esta última película, las cuestiones de historia y memoria, de la presencia del pasado en el presente, adquieren una relevancia central tanto a nivel de argumento y de composición dramática como de técnica audiovisual y de enunciación fílmica. El trauma histórico de la dictadura se trata de una forma más franca y explícita, y de tono algo más dogmático, que en ninguna otra obra del director. Aquí Agresti se abstiene de la metáfora, la alegoría y la alusión velada—técnicas que en obras anteriores había empleado expertamente para hacer del espectador un cómplice activo en la creación de significados—para entrar de lleno y abiertamente en las polémicas contemporáneas sobre las funciones de la memoria y el olvido. En esta película convergen diálogos cinematográficos no sólo con otros films del cine postdictadura, sino con los debates vigentes de la intelectualidad argentina sobre la postmemoria y el rol de los supervivientes de la tortura. Lo que me interesa explorar aquí son los lenguajes del recuerdo y las técnicas del olvido que los personajes emplean para construir sus historias personales como individuos y como partes integrantes del entramado social que se presenta en la película…

Todo el bien del mundo (2004)
La memoria es caprichosa,
hace olvidar lo vivido.
Otras veces es tramposa
y se inventa lo ocurrido.
Esta historia es modosa,
se pierde como un suspiro.
Después de escuchar la prosa
no quedará su latido.
En palabras es ruidosa
y le falta contenido.
Hay una madre ociosa,
va a buscar a su marido.
Él salió a por una cosa
y se fue sin dar motivo.
Así, la mujer quejosa,
lleva a su hija consigo
y las dos viven la glosa
con el que es desconocido.
Irrelevante y muy sosa,
con fuerte acento argentino.
La dirección no es vistosa
ni da emoción al oído,
aunque pueda ser gustosa
para un momento aburrido.

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